Virtus nace de la tenacidad de Alfonso Moreno e Ignacio Millán, dos ingenieros forestales. Al detectar la tendencia a la elaboración de cerveza por el método artesanal que había nacido poco antes en España y que empezaba a establecerse en Castilla y León, se abrieron a una posibilidad, la de ser empresarios.

Alfonso e Ignacio han sacado adelante el proyecto con medios propios, a través de ahorros y créditos personales, y el desarrollo de la actividad les ha permitido introducir ciertas mejoras paulatinamente, reinvirtiendo siempre en beneficio de la producción y del producto. La mayor ayuda que les llegó a través de la mencionada fundación fue en forma de capacitación y formación, ya que Caja Burgos les permitió tener un reputado maestro cervecero procedente de Hamburgo durante un mes, una ayuda inestimable que les ha permitido conocer a fondo a través de su experiencia el proceso de fabricación para ser competitivos y tener una gran calidad desde el primer día. Un claro ejemplo de la necesidad de financiar conocimiento, y no solo instalaciones.

Sus instalaciones están pensadas a medida, se han construido de una forma muy particular, ajustando al máximo los medios disponibles y adaptándose a las necesidades de las recetas. Pero quizá más complicado que poner en marcha la maquinaria fuera ponerle el nombre a la marca. 

Virtus es corto y sonoro, afirma Alfonso, pero también tiene detrás otros motivos para ser el nombre de nuestra cerveza. Virtus es Virtud, y cuatro se dice que son las virtudes cardinales. Pues bien, “cuatro elementos, cuatro virtudes” es lema que estos chicos han hecho suyo aludiendo a los cuatro elementos fundamentales de la cerveza: Agua, malta, levadura y lúpulo. Pero no queda ahí la cosa, porque Virtus es también la nomenclatura de algunos municipios burgaleses de la parte norte, como Cabañas de Virtus o el propio Virtus, cercanos al embalse del Ebro, lo que también supone un guiño a la provincia.

En referencia a sus variedades de cervezas, sus cuatro Virtus son Pilsen, Trigo, Altbier, Dunkelweizen e I.P.A. A excepción de la última mencionada, todas las demás son de claro estilo alemán, tanto por la trascendental ayuda del maestro cervecero que tutorizó los procesos al inicio, como por el gusto de los propios Alfonso e Ignacio por las cervezas alemanas, aunque bien aclaran que no desprecian ningún estilo. Lo mismo ocurre con su última incorporación, una Dunkelweizen en colaboración con otros cerveceros burgaleses, que también tiene una ascendencia alemana muy evidente pero con el toque del agua de la tierra y la mano de los creadores, una cerveza negra de trigo que está teniendo un gran éxito.

En Virtus han obtenido diversos reconocimientos en ferias y festivales. Con mención en eventos de Asturias, Salamanca, Burgos, Madrid… y siempre apoyados por una gran acogida entre el público. Están presentes además de en Burgos como punto fuerte, en los mercados nacionales más importantes y su presencia en el pasado salón del Gourmet celebrado en Madrid les ha propiciado estar ya en China, a la espera de una buena acogida del consumidor allí.